Mi mes en NaNoWriMo
La última vez que escribi en el blog fue en Octubre, no porque me case,
sino porque iba a dedicar mi tiempo al NaNoWriMo,
reto al que invite a muchos en google+, Facebook, el Blog, en la luna, en el
fondo del mar etc etc etc, y mis gritos no fueron escuchados.
Complete las 50 mil palabras?
No, apenas llegue a 18,000. La historia estaba terminada en mi cabeza, pero por
varias razones no pude completarla. Una de ellas fue que en mi primera semana
me enferme que de hecho deje de trabajar unos días y para el momento que ya me sentía
mejor, gracias a las herramientas que la página web de NaNoWriMo provee, mi
promedio de palabras por días para completar la novela era de más de cinco mil
palabras por día, casi el triple de palabras por días que necesitarías si
hubiera escrito todos los días.
Cinco mil palabras en un días es
una tarea fácil para un escritor a tiempo completo, pero muchas veces los
aspirantes a escritores no podemos dejar nuestros trabajos de lunes a viernes
para poder hacerlo. Entonces ahí entra la verdadera y más grande experiencia
que aprendí en NaNoWriMo, y es la línea entre escribir por amor y escribir como
tu trabajo.
El tiempo y la inspiración nunca van de la mano, algunas veces se
encuentran en el camino y te das cuenta cuando la fluidez de lo que escribes va
de acuerdo con la fluidez de tu historia. Se convierte en esos pocos escritos
de los que vuelves con el tiempo y todavía te gustan.
Pero NaNoWriMo es tremenda herramienta para trabajar como escritor.
Cumplir con fechas, terminar escritos en cierta cantidad de tiempo, pensar en
cantidad de palabras en vez de la historia y sentirte que estas en la vida de
un escritor a tiempo completo. Te empuja a prepararte, a saber que escribir
(especialmente ficción) conlleva tiempo y dedicación. En una ficción eres amo y
señor de lo que pasa en ese mundo. Los personajes que creas no solo viven y
mueren por el conflicto de la historia, son personas que trabajan, piensan,
comen, sienten, ríen, lloran, y todo eso se debe saber de cada uno de ellos y
eso lleva preparación. Muchas veces me encontraba en medio de un párrafo pensando
en cómo yo actuaria, entonces tenía que volver para al personaje para arreglarlo y pensar como el actuaria.
Escribir en este reto me ayudo a conocerme mejor como escritor. Me auto
indico mis fuerzas (pocas) y mis debilidades (muchas), pero son cosas que no lo
veía. Escribir es algo muy complejo porque puede ser tan sencillo como sentarte
frente al computador y empezar a escribir, pero al mismo tiempo no es tan
sencillo como sentarte al frente del computador y empezar a escribir.
Pero lo más importante que aprendí es que la vida del escritor puede ser
frustrante, triste, sola, con problemas de autoestima y llena de disoluciones,
pero como dice la canción de Arjona “o aprendes a querer la espina o no aceptes
rosas”, y escribir puede ser la rosa mas bella porque por cada frustración,
lagrima y cansancio, al final es tu hijo/a que le diste vida y la pusiste
andar, y eso no lo supera nada.
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